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13 de noviembre de 2020
Paccpul solicitó al Ministerio de Cultura del Perú el inventario completo con la ficha registro de cada objeto del MNAAHP, reapertura de la #SalaParacas
10 de noviembre de 2020
Nuestro Asociado PACCPUL Ing. Alcibiades Salazar nos comparte su texto sobre el 200° Aniversario del desembarco de la Expedición Libertadora en Huacho
Les compartimos la reseña escrita por nuestro consocio PACCPUL el Ing. Alcibiades Salazar Saenz con ocasión del 200° Aniversario del desembarco de la Expedición Libertadora en Huacho.
Ciertamente que el general San Martín no llegó por casualidad a Huacho y si aquí desembarcó, fue porque tenía planes e información minuciosa y actualizada. Las dos Expediciones Exploradoras, efectuadas en el primer y segundo semestre del año 1819 por Lord Thomas Alexander Cochrane, confirmaron la información que se tenía y sirvieron para perfeccionar los planes de arribo y desembarco en determinados lugares de la costa cercanos a Lima. Sirvieron para hacer mapas de detalle, conocer la inclinación política de las gentes y las posibilidades de abastecimiento de víveres, para no menos de seis mil hombres más la caballada que traían. Y Huacho resultó ser el lugar ideal, pues como manifestó el Virrey Pezuela en su “Memoria de Gobierno”, que ejercía el año 1820: “Desde Chancay a Santa, no hay dos docenas de habitantes fieles al Rey”. Era pues el lugar propicio, y es que los huachanos desde mucho tiempo atrás, eran patriotas convencidos y decididos a todo por la libertad del Perú.
Cuando llegó Cochrane en 1819, los hijos de esta región hicieron toda clase de sacrificios para brindarles el apoyo que necesitaban, y con excepción de uno que otro vecino que huyó, casi todos los habitantes abandonaron la causa del Rey, para convertirse en amantes de la libertad. Y cuando los realistas volvieron a recuperar las poblaciones, decretaron los más duros castigos contra los huachanos, por haber estado entre los más cooperadores, siendo larga la lista de los sentenciados a ser pasados por las armas.
Esas, entre otras, fueron las razones que llevaron a San Martín a escoger Huacho como lugar de desembarco de sus tropas, además de estar bien ubicado, a distancia prudencial de Lima y con todos los factores deseables a su favor. Cuando el 10 de noviembre amanecieron ancladas las naves en la bahía de Huacho, un espectáculo fantástico hizo vibrar de emoción a los habitantes, que corrieron a recibir al Ejército Libertador y ayudarlo a desembarcar. Allí estaban anclados nueve navíos de guerra con cerca de 300 cañones, 17 buques de transporte con el Regimiento de Granaderos a Caballo, con sus respectivas cabalgaduras y 15,000 fusiles, más otras tantas naves menores, que ofrecían en conjunto un espectáculo maravilloso, pues se trataba nada menos que de la más poderosa escuadra jamás reunida en las aguas del Pacífico, con más de 7,000 hombres embarcados.
Hacia el mediodía, infinidad de botes empezaron a desembarcar la tropa, incluyendo todos los caballos y mulas de carga que traían a bordo, operación que continuó los días 11 y 12; este último día, una flotilla de buques de transporte que se había dirigido a las caletas de Carquín y de Végueta, desembarcaron hombres y caballos por esos lugares con destino a Huaura, hacia donde se dirigieron de inmediato.
En una carta que envió el general San Martín, Jefe del Ejército Libertador del Perú al Ministro de Guerra de Chile, coronel don José Ignacio Zenteno, fechada en Supe el 29 de noviembre de 1820, le dice: que el día 12, cuando se encontraba embarcado en Huacho, recibió al mayor Andrés Reyes Buitrón, quien venía de Supe con gran cantidad de ganado vacuno y caballar, tomados en el valle de Chancay. Así mismo refiere, que envió ese día al Tte. Crl. D’Alve a efectuar un reconocimiento militar en Huaura y Supe.
Por su parte, el oficial James Paroissien, edecán del general San Martín, en un relatorio manifestó lo siguiente: Que el día 11 de noviembre, el General en jefe se dirigió al pueblo de Huacho, siendo saludado por muchísima gente; que el día 12, el general San Martín celebró un Consejo de Guerra con todos sus coroneles; y que el día 13 estuvo muy atareado toda la mañana, en constatar que se condujera a tierra la escolta y resto de oficiales, y que siendo las doce del día, el general San Martín luego de despedirse de Lord Cochrane, desembarcó, siendo recibido con aplausos entusiastas por los huachanos y gente proveniente de Supe y otras poblaciones vecinas.
En la carta que envió San Martín al coronel Zenteno, también le manifiesta que el día 14 mandó construir tres reductos sobre las alturas que dominan el puerto de Huacho para su defensa, y un muelle para la comodidad del desembarco. Y ante la eventualidad del avance de los realistas por Chancay, ordenó que toda la infantería marchase a Supe; los granaderos a caballo, a Huaura; y los cazadores, permaneciesen en el pueblo de Huacho.
Al producirse el desembarco de San Martín, refiere el general Francisco Vidal en sus memorias, que se presentó ante él para darle cuenta de la comisión encomendada, poniendo a su disposición los prisioneros, caballos y cuanto tomó en Supe, recibiendo en retribución por sus servicios el grado de Capitán efectivo del Ejército del Perú, cuando no existía aún ningún soldado, por lo que fue declarado por el propio San Martín el “Primer Soldado del Ejército Peruano en su Independencia”, lo que consta en la Orden del Día de fecha 13 de noviembre de 1820.
Don Manuel Salazar y Vicuña, propietario de la hacienda El Ingenio, de Huaura, envió a San Martín como obsequio un hermoso caballo blanco, -que lo acompañó durante toda su estadía en el Perú-, ricamente enjaezado, así como algunos pilones de azúcar refinada y barriles de vino, poniendo a su disposición su hacienda y su cuantiosa fortuna, que incluía muchas decenas de esclavos que posteriormente pasaron a constituir parte del Ejército Libertador.
San Martín marchó a Huaura el día 18, llegando a Supe el 19, es decir que permaneció en esta ciudad de Huacho durante 5 días. Al conocerse la noticia de su partida, una multitud de personas se concentró frente al cuartel general, suplicando al general San Martín que no abandonara el lugar, y ofreciendo hacer toda clase de sacrificios si él se quedaba. En resumen, el general San Martín permaneció en Huacho entre el 13 y el 18 de noviembre de 1820. Toda la información que les acabo de mencionar, fue proporcionada por los propios protagonistas, de manera que no hay lugar a duda.
Es por lo tanto fehaciente e irrefutable, lo cual insisto en puntualizar pues hay algunas personas -felizmente pocas-, que, amparadas en la falta de información asequible, han creído durante muchos años en historias sin fundamento. Los huachanos pueden sentirse orgullosos al saber que sus antepasados colaboraron en forma decisiva a la Independencia de nuestra Patria.
Ing. CIP Alcibiades Salazar Saenz
Miembro Asociado Patronato Cívico Cultural de Pueblo Libre - PACCPUL
Past Presidente Honorario Vitalicio del Instituto Sanmartiniano del Perú
8 de noviembre de 2020
#ReabrirSalaParacas Esta Sala en el MNAAHP muestra la colección de textiles Paracas más importante del mundo
5 de noviembre de 2020
El #PACCPUL los invita a la conferencia "Manuela Sáenz y su participación en la Independencia del Perú". Lunes 09 de noviembre a las 7 pm
#ManuelaSaenz El #PACCPUL los invita a la conferencia "Manuela Sáenz y su participación en la Independencia del Perú", el Lunes 09 de noviembre a las 7 pm, a cargo de José Zumaita Cevallos, para conocer a una mujer valiente que peleó por nuestra Independencia junto al Mariscal Antonio José de Sucre en la Batalla de Ayacucho, y en mérito se le otorgó el Grado de Coronel en 1824. Los esperamos para conocer la vida de Manuelita vecina notable de Pueblo Libre, Lima-Peru.
31 de octubre de 2020
PACCPUL ORGANIZA LA CONFERENCIA "JULIA CODESIDO: EVOLUCIÓN DE SU OBRA PLÁSTICA Y SU IMPORTANCIA EN EL ARTE PERUANO"- MARTES 03 NOVIEMBRE
200º ANIVERSARIO DEL ARRIBO A LA BAHÍA DE ANCÓN DE LA EXPEDICIÓN LIBERTADORA. POR ALCIBIADES SALAZAR SAENZ
El 30 de octubre de 1820, llega a la Bahía de Ancón, ubicada entre Lima y Chancay; la Escuadra Libertadora procedente de Paracas, después de dejar algunos buques bloqueando el puerto del Callao.
Habían sucedido muchísimos acontecimientos libertarios desde que los españoles llegaron a nuestro territorio, que con el tiempo fueron tomando cada vez más cuerpo. En los últimos 40 años se habían producido los intentos revolucionarios de Túpac Amaru, Aguilar y Ubalde, Francisco de Zela, Crespo y Castillo, Paillardelli, los Angulo y Pumacahua y otros más.
Las Provincias Unidas del Río de la Plata y la Capitanía de Chile, habían logrado su libertad. Sólo faltaba vencer al poder enemigo realista en el Perú y hacia acá se encaminaron todos los esfuerzos. Los Presidentes Juan Martín de Pueyrredón de Argentina y Bernardo O’Higgins de Chile, habían empeñado hasta sus últimos recursos, pues sabían que, sin derrotar a los realistas en nuestra patria, sus independencias peligraban.
El pueblo peruano estaba ya decidido por su independencia cuando San Martín llegó a nuestras costas, y la prueba de ello fue la proclamación de la independencia de Ica, Huamanga, Huancayo, Jauja, Tarma y Huánuco, conforme las tropas al mando de Alvarez de Arenales empezaron a recorrer la sierra central; o las declaraciones de Libertad de Lambayeque, Trujillo, Piura, Tumbes y otras ciudades, en cuanto San Martín se instaló en Huaura.
La población de Lima y Callao espectó incrédula la presencia de la escuadra libertadora entre a la bahía del Callao y la isla San Lorenzo; su alegría no tuvo límites, y los españoles quedaron totalmente desconcertados, pues no daban crédito a lo que veían.
Decididamente, los pueblos de América y en particular los peruanos, habían pasado desde ese momento de la defensiva a la ofensiva.
Fue el día 29 de octubre que se produjo tan extraordinario acontecimiento y de inmediato el consejo de comandantes acordó que el almirante Cochrane a bordo de la fragata “O’Higgins” quedara bloqueando nuestro primer puerto, acompañada de las fragatas “Independencia” y “Lautaro”, haciendo ostentación de poderío, hostilizando a las embarcaciones realistas. El grueso de la escuadra, constituida por el navío “San Martín” y todos los demás buques de guerra, transportes y embarcaciones pequeñas se dieron a la vela el día 30 con dirección a Ancón. Antes de separarse el General en Jefe y el Vicealmirante de la escuadra, acordaron la ejecución de un proyecto memorable, capaz de sorprender a la misma intrepidez y de convertir a la expedición libertadora del Perú en un hecho inédito en los anales de las marinas del mundo.
Desde su campamento de Aznapuquio -ubicado en el actual distrito de Los Olivos-, el comando realista observaba con estupor los 8 navíos de guerra en posición de combate y detrás de ellos 17 buques de transporte con sus soldados alineados en uniforme de gala. Dentro de las murallas de la ciudad de los Reyes, los conspiradores limeños daban por hecho su triunfo y hacían planes dirigidos por don José de la Riva Agüero, quien firmada como Marcos Neira que era su seudónimo.
La expedición llegó a esta bahía anclando a las 4 de la tarde del día 30 de octubre de 1820. Al entrar a la bahía encontraron un bergantín hispano escondido para burlar el bloqueo del Callao, el que fue apresado.
Desde el día 31 se trabajó intensamente en la escuadra que bloqueaba el Callao, preparándose para la gran empresa de abordar la fragata “Esmeralda” bajo los fuegos de las fortalezas del Callao, para incorporarla a las fuerzas navales patriotas.
Ancón era en ese entonces una hermosa bahía desierta, con algunas cabañas, donde rara vez se acercaba alguna embarcación debido principalmente a la carencia de agua potable; sin embargo, era conocida por los patriotas por haber sido utilizada para dejar mensajes escritos, que eran recogidos furtivamente en la noche por los patriotas limeños o los que venían como correo de Chile y otros lugares del territorio peruano.
Ese mismo día, a las 5 de la tarde, llegó la “O’Higgins” con Cochrane y otros buques, para conferenciar con San Martín acerca de la captura de la “Esmeralda”. El día 3 de noviembre muy temprano, retornó la escuadra al Callao, mientras un grueso contingente de caballería proveniente de Aznapuquio avanzó resueltamente sobre Ancón, lo que obligó a replegarse a los vigías patriotas, pero retirándose los realistas a eso de las diez de la mañana, por el fuego que les hizo la Moctezuma.
A las dos de la tarde, fueron desembarcados 240 hombres de los cuales 40 a caballo, a órdenes de los capitanes Crespo, Manuel Isidoro Suárez y Federico Brandsen (francés), que se dirigieron a Chancay distante a 5 leguas al norte, poniéndose a órdenes del patriota peruano sargento mayor Don Andrés Reyes, propietario chancayano que se encargó de recolectar caballos, ganado y víveres, con la colaboración de su pariente Lorenzo Buitrón y otros, para conducirlos a Supe y esperar la llegada del Ejército Libertador.
El día 4 la “Montezuma” se hizo a la vela en dirección al norte, cuando a eso de las 11 horas avistó las velas de la goleta Alcance. En ella llegaban Miguel de Letamendi y José María de Villamil y Joli, procedente de Guayaquil, con la noticia que esta ciudad había proclamado su independencia el 9 de octubre, estableciéndose una Junta Gubernativa, la misma que fue presidida por el teniente coronel arequipeño Gregorio Escobedo. Esta noticia motivó que la “Montezuma” lanzara una salva de 21 cañonazos que concitó la curiosidad de todos y luego la algarabía general, repitiéndose las salvas en todos los buques y dando lugar a una comida de gala en la nave capitana “San Martín”.
Los guayaquileños traían, como prisionero, al general español don José Pascual de Vivero y Olavarría, Gobernador de Guayaquil; que se quedó para siempre en el Perú. La Junta que ejercía el Poder Ejecutivo creada en el Primer Congreso Peruano, lo incorporó y en 1823 se le encomendó la Comandancia General de Marina, en la que quiso servir de Capitán de Navío para no despertar como él mismo decía, censura y rivalidades por ser español.
El día 6, el bergantín “Araucano” al mando de don Guillermo Cater se aproximó a la “San Martín” lanzando una salva de 21 cañonazos. Era que esa madrugada Cochrane, acompañado de sus capitanes Forster, Guise y sus bravos soldados de marina de las fragatas “O’Higgins”, “Independencia” y “Lautaro”; quienes, al mando de 160 hombres en 14 botes, habían capturado por abordaje la fragata “Esmeralda” armada con 44 cañones. Al conocerse la noticia, todos los buques la saludaron con salvas de artillería y se empavesaron todas las embarcaciones.
El día 7 el general San Martín partió para el Callao a felicitar personalmente a Cochrane, retornando el día 8 a Ancón junto con el resto de la escuadra, incluida la “Esmeralda” que en adelante fue rebautizada con el nombre de “Valdivia”, la que llevó a los 28 patriotas prisioneros rescatados del Real Felipe, que fueron canjeados el día 7 por igual número de españoles capturados en la “Esmeralda” y en Guayaquil.
El día 9 el general San Martín despidió a la goleta “Alcance” con dirección a Guayaquil y dio la orden de prepararse para zarpar, lo que se produjo a las 4 de la tarde, viajando hacia el norte toda la noche y amaneciendo frente al puerto de Huacho.
La bahía de Ancón había sido muda testigo de diez días intensos que fueron coronados por acontecimientos de gran importancia.
Tales son en síntesis los hechos ocurridos hace 200 años, que rememoramos en la bahía de Ancón, que sirvió de preámbulo para la campaña final por la libertad de nuestra patria. Ancón nunca olvidó al gran Libertador y finalmente terminó por hacer modelar su legendaria figura en julio de 1946, en una efigie de arte moderno y simbólica.
Ing. CIP Alcibiades Salazar Saenz
Past Presidente Honorario Vitalicio del Instituto Sanmartiniano del Perú
21 de octubre de 2020
PACCPUL organiza conferencia "Caciques y Principales del pueblo de la magdalena" a cargo del Mg. RAÚL ADANAQUÉ VELÁSQUEZ este Lunes 26 Octubre
#CaciquesDeLaMagdalena
El Patronato Cívico Cultural de Pueblo Libre - Paccpul los invita a la charla "Caciques y Principales del pueblo de la magdalena" a cargo del Mg. Raúl Aadanaqué Velásquez, este lunes 26 de octubre a las 7 pm para conocer de nuestros orígenes y ancestros que habitaron el antiguo pueblo de la magdalena bajo el cacicazgo de #Taulichusco. los esperamos!.
ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DE LA BANDERA NACIONAL. POR ALCIBIADES SALAZAR SAENZ
A partir de la Revolución Francesa se generalizó el uso de la bandera como distintivo de cada nacionalidad y representación genuina de la patria.
Una bandera, es una pieza de tela normalmente rectangular, aunque puede adoptar formas muy variadas, que se sujeta por uno de sus lados a un asta, o se cuelga de una driza. Se utiliza para identificar o representar a una persona, o grupo de personas. También puede servir para trasmitir señales. El estudio de las banderas se conoce como vexilología.
A través de los tiempos, se ha perpetuado el uso de la Bandera y actualmente está generalizada la convicción de que en el pabellón nacional se concentran los símbolos de historia, nacionalidad y libertad de cada país.
Hasta la creación de la Primera Bandera del Perú, en el virreinato se rindió homenaje al pabellón real de España, que como sabemos fue adicionado progresivamente con las armas de Castilla, León, Aragón y Navarra, y desde mayo de 1785 se empleó la bandera nacional española adoptada desde ese año por Decreto Real, que como es conocido, consta de tres franjas horizontales de color rojo, amarillo y rojo. En el Imperio Incaico no se usó bandera como distintivo, pero Francisco Pizarro, la ciudad de Lima y principales ciudades del virreinato usaron banderas.
A continuación vamos a reseñar la creación de la Primera Bandera del Perú:
Cuando la Expedición Libertadora arribó a la bahía de Paracas, el 7 de setiembre de 1820, todas las naves llegaron enarbolando la bandera chilena, es decir, los siete navíos de guerra, las catorce embarcaciones de transporte y las once pequeñas embarcaciones auxiliares; pero, el Ejército Unido Libertador del Perú, que venía embarcado y lo constituían unos 4,400 hombres, venían bajo otras banderas. Dicho contingente lo componía en su mayor parte soldados argentinos, pero habían varios batallones chilenos, y no faltaron los soldados paraguayos, uruguayos, peruanos y de otras nacionalidades, que inicialmente habían integrado el Ejército de los Andes, que formó el General San Martín en Mendoza, y con el cual combatió en Chacabuco y Maipú hasta lograr la independencia chilena.
Ya para entonces se encontraba en plena vigencia la Bandera Argentina, creada por el general Manuel Belgrano en Rosario el 27 de febrero de 1812, que es de color celeste y blanco. Pero también se tenían otras banderas, y para evitar confusiones y lograr la identidad de la República que se empezaba a formar, San Martín vio por conveniente crear su propia bandera.
Es tradición que en los días que permaneció el general San Martín, embarcado en la bahía de Paracas, a bordo de su navío “San Martín”, entre el 8 y 12 de setiembre; observó bandadas de flamencos o pariguanas, con los colores rojo y blanco. De inmediato comisionó a sus oficiales ingleses Charles Chaworty y Wood Taylor, para que le presentasen diseños de banderas con esos colores, quedando aprobada aquella que se caracteriza por ser rectangular, dividida en cuatro campos por líneas diagonales –como la cruz de San Andrés- de los cuales el superior e inferior blancos y los laterales de rojo encarnado; al centro, lleva como escudo una corona de laurel verde ovalada, atados sus tallos en la parte inferior con una cinta dorada, y dentro de ella el astro sol amarillo con sus rayos; saliendo detrás de sierras escarpadas de color pardo oscuro, sobre un mar tranquilo entre azul y verde; la parte superior de color azul, representando el firmamento.
Ese era aproximadamente el paisaje que se apreciaba desde el mar. El diseño definitivo del que fuera primer escudo nacional, fue del dibujante profesional don Francisco Javier Cortés, patriota peruano, que trabajaba en el cuartel general del Ejército Libertador.
Una vez aprobado el diseño definitivo, el Capitán General y en Jefe del Ejército Libertador del Perú, expidió el Decreto que creó la Primera Bandera Nacional, en su Cuartel General de Pisco, el 21 de octubre de 1820, el que fue firmado además por su Secretario de Gobierno don Juan García del Río, el que inicia su texto con el considerando siguiente:
Por cuanto es incompatible con la independencia del Perú, la conservación de los símbolos que recuerdan el dilatado tiempo de su opresión. Por tanto, he venido en decretar; y decreto lo siguiente:”
Después de describir la bandera y el escudo, siguen los dos artículos siguientes:
“2. Todos los habitantes de las Provincias del Perú que están bajo la protección del ejército Libertador, usarán como escarapela nacional, una bicolor de blanco y rojo encarnado: el 1º en la parte inferior, y el 2º en la superior”. “3. Lo dispuesto en los dos artículos anteriores sólo tendrá fuerza y vigor, hasta que se establezca en el Perú un Gobierno General por la voluntad libre de sus habitantes”.
El Decreto que creó la Primera Bandera Nacional, dado en su Cuartel General de Pisco, el 21 de octubre de 1820; fue publicado en la Gaceta del Gobierno de Lima Independiente Nº 14, del día sábado 25 de agosto de 1821.
La tradición no confirmada, nos narra que ese mismo día, el general San Martín hizo formar su ejército en la Plaza Mayor, llamada “De la Concordia”, en Pisco, donde hizo rendir los honores correspondientes a la nueva bandera, y ante su ejército y el pueblo de Pisco, juró defenderla; después de lo cual tomó el Juramento a sus soldados y a los pisqueños presentes, diciéndoles que aquella bandera significaba el símbolo y el compromiso de luchar por ella, para alcanzar la libertad e independencia del Perú.
Es necesario aclarar, que la escenificación o simple mención del llamado “Sueño de San Martín”, en el que aparece el Libertador recostado bajo una palmera, soñando con una bandada de pariguanas; no es sino la interpretación libre del poeta patriota Iqueño Abraham Valdelomar, que quiso explicar la creación de la bandera nacional.
La Ley Nº 23586 del 28 de febrero de 1983, confirma en su artículo 2º, que la provincia de Pisco es “Cuna de la Primera Bandera Nacional” y declara día cívico no laborable en esa provincia y declara “Día de Pisco”. Desde entonces se empezó a celebrar con júbilo el aniversario.
El día 20 de octubre emprendió su marcha desde Ica al interior, la división del coronel Álvarez de Arenales. El día 22 se ordenó al Ejército dirigirse a la bahía de Paracas para su reembarque, lo que se hizo efectivo el día 23; el día 24 se embarcó el General en Jefe, y el día 26 se hizo a la vela el convoy, con rumbo norte.
En consecuencia, la confección en tela de la nueva enseña nacional quedó diferida por la fuerza de las circunstancias, por lo menos hasta llegar a Huaura.
La importancia de los acontecimientos ocurridos durante el traslado del Ejército Libertador hasta su destino final, incluyendo el temerario bloqueo al puerto del Callao, la captura de la fragata “Esmeralda”, la estadía en la bahía de Ancón, el desembarco en las costas de Huacho y la toma de posesión del territorio a lo largo del río Huaura, culminaron aproximadamente el 20 de noviembre, lo que nos da margen para concluir, que la primera bandera del Perú se conoció después de esa fecha.
Con fecha 20 de diciembre de 1820, San Martín dio a conocer en Huaura una bandera peruana que corresponde al decreto de Pisco, pintada por él en acuarela sobre papel, que se conserva actualmente en el Museo Histórico Nacional de Buenos Aires, institución a la que fue donada en 1892.
Con motivo de la proclamación de la Independencia del Perú, San Martín dirige una carta al Cabildo de Lima, con fecha 18 de julio de 1821, en la cual remite el diseño de la bandera y solicita se designe una persona, que al juicio sano del Ayuntamiento sea el más benemérito de la patria y más digno por sus servicios a ella, para que porte el estandarte patrio.
En respuesta de fecha 25 de julio de 1821, firmada por el Conde de San Isidro y otros personajes, el Cabildo de Lima comunica al Libertador, que eligió al Señor Regidor Conde de la Vega del Ren, título con el que se conocía al Dr. José Matías Vásquez de Acuña, como la persona más benemérita de la Patria, para que condujera la bandera el 28 de julio, encargándosele organizar la ceremonia.
Se conoce que fue don Manuel Ramírez, el artesano que bordó la primera bandera; la estrella y regatón de plata dorada colocada en el extremo del asta donde se acondicionó el pendón, lo confeccionó don Agustín Larrea. El cordón y las borlas que adornaban el estandarte los hizo don Pedro Alvarado. En total, el estandarte costó al Ayuntamiento, contando materiales y mano de obra, la cantidad de 519 pesos y 5 reales.
Hablaremos ahora de la segunda bandera del Perú.
Por decreto dado en Lima el 15 de marzo de 1822, por el Supremo Delegado, marqués de Torre Tagle, se modifica la Bandera Nacional establecida en Pisco, disponiéndose. "La Bandera Nacional del Perú se compondrá de una franja blanca transversal entre dos encarnadas de la misma anchura, con un sol también encarnado sobre la franja blanca" (Así se lee de la Gaceta del Gobierno, No.22, Tomo segundo del sábado 16 de marzo de 1822).
Con respecto a la tercera bandera del Perú; fue creada por Decreto dado en Lima del 31 de mayo de 1822, el marqués de Torre Tagle, modifica la Bandera Nacional, disponiendo que: "La Bandera Nacional del Perú, será de tres listas verticales o perpendiculares, la del centro blanca, y la de los extremos rojas con un sol también encarnado sobre la lista blanca. El estandarte será igual en todo a la bandera, con la diferencia que en lugar del sol, llevará las armas provisionales del Estado, bordadas sobre el centro de la lista blanca". (Así se lee de la Gaceta del Gobierno, No.47, Tomo segundo del miércoles 12 de junio de 1822).
Finalizando hablaremos de la cuarta y actual bandera del Perú.
El Congreso Constituyente del Perú, con Ley del 25 de febrero de 1825, establece la Bandera Nacional del Perú:
" El Pabellón y Bandera Nacional se compondrá de tres franjas verticales, rojas las laterales y blanca la del centro, en cuyo centro se colocará el escudo de las armas con su timbre, abrazado aquél por la parte inferior de una palma a la derecha y una rama de laurel a la izquierda entrelazadas.
El Pabellón de los buques mercantes será sencillo, sin escudo ni otra insignia. La Escarapela será de color blanco y encarnado interpolados".
Asimismo, mencionamos el Decreto Ley Nº 11323 de fecha 31 de marzo de 1950, que dictó normas para el empleo y confección de la Bandera Nacional y los otros símbolos de la Patria, para darles uniformidad y dimensiones adecuadas; así por ejemplo, para la bandera se establece que debe ser en la proporción de tres para el largo y dos para el ancho; en cuanto a la longitud del asta, será por lo menos tres veces mayor que el largo de la bandera para facilitar su ondeamiento. Las dimensiones de los estandartes y sus astas, fueron fijadas por los Decretos Supremos del 4 de julio de 1901 y del 30 de noviembre de 1944.
Debe tomarse en cuenta que existen:
- Bandera Nacional para izar (que es la simple)
- Pabellón Nacional para izar (con escudo)
- Estandarte (que es portátil).
El día 7 de junio de cada año, conmemoramos el “Día de la Bandera”, en recuerdo de los peruanos y extranjeros que inmolaron sus vidas por ella en el Morro de Arica. Ese día, en las plazas públicas, cuarteles, buques y colegios, militares y civiles, adultos y niños, renovamos nuestro juramento de fidelidad a la bandera y defenderla hasta perder la vida.
La Bandera Nacional es el principal símbolo de la Patria, ella representa el honor y la unión de todos los peruanos, por lo que debe ser usada y contemplada con profundo respeto y veneración. Sus formas deben ajustarse siempre a las normas que establece la ley, a fin de que su prestancia y uniformidad en su presentación, sean dignas de admiración.
¡Viva el Perú!
Muchas gracias