El Patronato Cívico Cultural de Pueblo Libre - PACCPUL, es una asociación civil sin fines de lucro, fundada el 30 de noviembre de 1990, con la finalidad de difundir, proteger, valorar el patrimonio cultural material e inmaterial en el distrito de Pueblo Libre, Lima-Perú. Inscrito en los Registros Públicos, Asiento 1, SUNARP Partida N° 01918362, Ficha 15862 del 14.01.94, SUNAT RUC N° 20184637767.

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14 de diciembre de 2008

NOTA: CONSERVACION Y DEFENSA DEL PATRIMONIO DE PUEBLO LIBRE


En una encuesta hecha el año pasado por alumnos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Pontificia Universidad Católica del Perú, entre transeúntes en la denominada Zona Monumental de Pueblo Libre, se encontró que un alto porcentaje de ellos, como el 70%, desconocía que estuvieran caminando por la Zona Monumental. Esta ignorancia es común a muchos de los más de 80,000 habitantes del distrito. Y si los pueblolibrenses ignoran la existencia de su Zona Monumental, con mayor razón lo ignoran los demás habitantes de Lima.
En las celebraciones del Aniversario de Pueblo Libre, se suele recrear un pasado virreinal del Pueblo de la Magdalena, donde se nos pinta un mundo de tapadas y hombres con trajes españoles, calesas  y hombres a caballo. Pero el Pueblo de la Magdalena no fue un pueblo español, sino lo que entonces se llamaba un pueblo de indios o reducción de indios. Ya historiadores como María Rostworowski y Mario Cárdenas  Ayaipoma nos hablan de la Reducción de Santa Maria Magdalena de Chacalea, que según mis investigaciones publicadas en el Boletín “Pueblo Libre al Día”, ya existía en 1549, ocho años antes de su pretendida fundación, esta Reducción de Indios se habría constituido sobre un caserío llamado Chacalea o Chayacala, existente con anterioridad a la invasión española.
Hay que notar lo relevante de saber que el Pueblo de la Magdalena, fue un Pueblo o Reducción de Indios. De acuerdo a la legislación española del virreinato, las Reducciones eran exclusivas para indios, los españoles solo podían permanecer en ellas un máximo de tres días, con penas de cárcel si permanecían unos días más, el Pueblo de la Magdalena, era un pueblo de indios donde no vivían ni españoles ni mestizos, donde se hablaba quechua y cuya vida era netamente agrícola, porque sus habitantes trabajaban en el día en las muchas chacras que habían en kilómetros a la redonda. Los domingos se constituían a la Doctrina en la Iglesia de Santa Maria Magdalena, que los mismos indios se encargaron de construir como pago de los fuertes tributos que les asignaron, dirigidos por su curaca don Gonzalo Taulichusco, quien litigó en vano con el poder español para anular estos injustos impuestos. Don Gonzalo Taulichusco como primer curaca de la Magdalena, tenía la potestad de vestir a la española, montar a caballo y tener esclavos negros, lo que consta en su testamento, encontrado por el laborioso historiador Guillermo Lohmann Villena. Allí se indica que sus esclavos negros se llamaron Francisca y su hijo Francisquito, que pasaron a ser propiedad de su viuda doña Juana Gualca.
La continuidad del curacazgo de la Magdalena ha sido muy bien estudiada por el abogado e  historiador Fernando Flores-Zúñiga, quien pronto publicará un libro sobre estos personajes tras un estudio prolijo de testamentos y codicilos en el Archivo de la Nación del Perú.
Los indios del Pueblo de la Magdalena eran quechuahablantes y en las fiestas públicas de Lima se les conocían como los “indios Chirimías”, por su excelente dominio de la Chirimía, antigua gaita española, que bien valdría la pena recuperar como bien cultural representativo de  por lo menos doscientos años de vida del Pueblo de la Magdalena. En algunos museos españoles se encuentran ejemplares intactos de Chirimías y no faltará algún instrumentista que aun sepa tocarla. El uso de la chirimía por los indios de la Magdalena es una demostración de la aculturación forzada a la que se vieron obligados, y les dio un cierto prestigio artístico en la Lima Virreinal.
En los últimos 100 años del virreinato sabemos que se relajó un tanto la estricta legislación de la Reducción de Indios, como lo ha estudiado mi colega el Ingeniero Emilio Harth Terré, ya encontramos españoles y criollos comprándoles casas a los indios, tanto en la Reducción del Cercado (Por la Avenida Grau) como, en la Reducción de la Magdalena.

Y así se explica que fuera posible que la familia Pezuela comprara el Hospital de los Padres de San Juan de Dios, que convirtieron en su casa de campo y ahora es parte del Museo de Arqueología e Historia. De unos años antes es la casa de campo de la hacienda Orbea, que es el monumento mejor conservado de esa época, gracias al cuidado de la familia De La Puente, que la ocupa ininterrumpidamente por mas de 200 años, La Casa Orbea cuenta con bellos muebles y pinturas virreinales y una capillita que es una pequeña joya de esos tiempos.
La labor de conservación y defensa del Patrimonio de Pueblo Libre por parte del Patronato Cívico Cultural de Pueblo Libre, comenzó desde el mismo año de su fundación en 1990, por lo que en sus estatutos se habla explícitamente de la obligatoriedad de esta labor.
Así cuando se me encargó hacer el inventario del Patrimonio Histórico Cultural de Pueblo Libre, se hizo en cumplimiento de los Estatutos del Patronato (Artículo 6 inciso c) que habla de los objetivos del Patronato.
El Artículo 5 de los mismos estatutos, que constan en los Registros Públicos, nos obliga al Patronato a “Ejecutar y desarrollar en coordinación con los organismos pertinentes, la recuperación del Patrimonio Histórico Cultural del distrito de Pueblo Libre”. Por lo cual en el año 2002 establecimos contacto con la Fundación Getty, con sede en Los Ángeles, California, EEUU.

Institución privada que financiaba programas de restauración. Los encargados de la Fundación nos aclararon, que los inmuebles a restaurar tenían que ser de propiedad estatal o municipal y que no podían restaurar bienes privados. Siendo los 25 monumentos de la Zona Monumental inventariados en ese momento de propiedad privada, se vio frustrada la financiación.
Hace tres años hicimos contacto con la Pontificia Universidad Católica del Perú, que tenía un convenio con la Municipalidad de Pueblo Libre. Ellos se interesaron por nuestro Inventario. La Oficina de Proyección Social  de esta universidad comenzó, con la colaboración de las historiadoras Gilda Cogorno y Miriam Salas un estudio histórico de la Zona Monumental de Pueblo Libre. Con la ayuda de alumnos de Arquitectura, la profesora Arquitecta Adriana Scaletti, preparó la maqueta al detalle de la Zona Monumental vigente a esa fecha. Maqueta que ha sido ofrecida ser obsequiada a la Municipalidad de Pueblo Libre.
Este año retomamos contacto con la Universidad Católica a través de la Sra. Carmen Dawson, y en una productiva reunión conjunta con dos representantes de la Municipalidad de Pueblo Libre, la arquitecta Carmen Ojeda y la historiadora Lizeth Diaz, se ha tomado el acuerdo de retomar los planes de restauración de la Zona Monumental.
Ahora con nuevos límites, tal como se publicó hace unos días en el diario “El Peruano”. La idea es ubicar una casa que sirva de caso piloto para lo cual se buscará financiamiento internacional.

No se puede descartar de aplicar la Ley 28296 (del 22 de Julio del 2004) Ley de  la Protección del Patrimonio Cultural de la Nación, que en su articulo 11 declara de necesidad pública la expropiación de los bienes integrantes del Patrimonio Cultural de la Nación, que siendo de propiedad privada estén en peligro de perderse por abandono, negligencia o grave riesgo de destrucción o deterioro. Un candidato natural en este momento en Pueblo Libre para aplicar este artículo de la Ley, es la Casa León Gallese en la esquina de jirón Junín con La Mar. La ley le concede al propietario la posibilidad de salvarse de la expropiación, si llega a completar la restauración de la Casa por sus propios medios. Esta casa o alguna otra ya estudiada al detalle; como la casa de la señora Bertila Burga, podría ser la primera casa a restaurarse.
Siendo la Zona Monumental de Pueblo Libre una mezcla de arquitectura india, española y republicana, resulta un buen muestrario de la variedad cultural que caracteriza a nuestro país, así como de su intenso amalgamiento en una área reducida.

¡Contribuyamos a su recuperación!

Ing. Ramón Del Valle Cárdenas
Socio PACCPUL

Pueblo Libre 13 de Diciembre del 2008

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