La hipótesis la lanzó el Arqueólogo Jorge Muelle en su interesante artículo "Filogenia de la Estela Raimondi" publicado en la "Revista del Museo Nacional" (1937,Tomo VI Nº 1), dado que resulta difícil distinguir de lejos la litoescultura, que tiene un relieve de milímetros.
El ingeniero arequipeño Enrique Romero Peralta propuso en libro publicado el año 2000, una versión a colores del Monolito
tal como se ve en el gráfico.
La investigación que se está realizando podrá determinar si en efecto se usaron o no pigmentos para hacer visible el diseño a lo lejos.